Me gustan esos discos de los qe todos hablan. Los puedes poner en tus reuniones y a todos convencen. Pero me choca cuando no los tengo. Lo mencionan, lo recomiendan, lo tararean, dan por hecho qe lo tienes. Y no. No lo tienes. Pasa un ratito y ya no sabes si conseguírtelo. Te das cuenta de qe lo odias sin haberlo oído. Luego te convences de no ser tan testarudo y lo buscas y lo encuentras y lo oyes. Úfales. No te gusta y te qeda la duda… ¿no me gustó porqe no es bueno o no me gustó porqe de tanto qe lo aplaudieron me crearon una expectativa inalcanzable?
Adivinaste. Eso me pasó con Kasabian. Al fin lo oí y pensé “bueno… otro grupito de estos qe se andan usando y qe ponen trajecito”. Pero Kasabian venía bien recomendado por melómanos profesionales y de prestigio. Venga desde el principio otra vez, pero sin prejuicios. No. No mejoró gran cosa. Tiene su rock por acá y tiene su leve electrónica por acullá. Igual y un poco más en el acullá y me hubiera ganado.
¿Te acuerdas de Kula Shaker? Vaya qe si yo me acordé de ellos mientras escuchaba este disqito. Rockero como Jimmy Page, hindú como George Harrison.
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