Kieran Hebden se puso cínico y pensó qe Fridge no era lo suficientemente experimental, así qe empezó a producir discos por su cuenta disfrazado de Four Tet. Ahora qe llegó el momento de escuchar Everything Ecstatic me daba miedo qe cuando me preguntaran qe si qién era mi favorito, dejara de decir lo qe he dicho por casi diez años -Radiohead- y empezara a contestar qe Four Tet. No pasó así.
Rounds -trabajo anterior de Four Tet- es perfecto. Pero Everything Ecstatic no es un paso para atrás. Tampoco podríamos hablar de un avance. Encima, no diría qe es igual. Así qe vamos a dejarlo en qe es un paso hacia un ladito. ¿Vale? Misma madurez, diferente perspectiva.
Este nuevo álbum es el disco folktrónico más rudo qe existe. Yo decía qe Four Tet era música electrónica orgánica, pero él solito se inventó un término más padre: folktrónica. Qe bruto, qe precisión. Mira qe acelerarse tanto y trepar tantos ritmos y aún así mantenerse dentro de los límites de la lentitud característica del género. Everything Ecstatic es un disco inocente. Es ir a una fiesta en la qe a tu vaso de cerveza le cae confeti adentro. Es tener un santuario budista en el qe arden velitas de colores y en forma de numeritos. Es trabajar de traje y cargar unos jeans y unos Converse en la mochila.
Propongo a Four Tet como representante de la música de esta década sin nombre. Conste qe no digo qe sea el mejor o el más famoso o el más importante o el más influyente. Para nada. Sencillamente su música representa el momento qe vivimos como especie, amalgamando con la tecnología disponible la belleza sutil de los ruidos qe suceden cerca de nosotros.
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