Yupi. Hace ya bastantes años qe me autorecetaba severas dosis de Fome en casete. Todo esto pasó allá por 1997. Ocho años después Fome regresa a mi como un cuasiclásico en disco compacto. Si eres de los tontos qe no conoce a Los Tres, al menos debes haberlos oído de rebote: Café Tacvba les dedicó un peqeño EP de cuatro canciones, de las qe Déjate Caer tuvo un éxito moderado y su video bastantes reproducciones.
Los Tres se trata de cuatro músicos chilenos con los pantalones suficientes para entrarle a cualqier género sin perder calidad. Fome tiene de todo. Bolsa de Mareo es dura y violenta, lírica y musicalmente hablando. Antes es como la burla a la urgencia de los músicos por ser profundos para creerse serios -"antes era antes, ahora es hoy". Olor a Gas es una oda medio hawaiana al suicidio y La Torre de Babel narra la historia de un cigarrito a ritmo de un rockabilly andino. El cierre viene con la elviscostellosa Restorán, en donde la rima forzada y el alfabeto son más importantes qe el verso y la coherencia.
Fome escuchado como un album aislado sonará folklorico y levemente rockero. Sin embargo, colocado dentro de su contexto histórico -fue el primer album original de la banda después de La Espada y la Parde- en definitiva es un disco donde Los Tres nos avientan en la cara lo qe pensábamos de ellos. Y esa es su gracia: son insulsos y groseros, pero nos caen bien y les tenemos respeto.
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