A Oasis y a mi nos pasa lo mismo qe a esos qe alguna vez fueron amigos fraternales del dedo chiqito pero un día se distanciaron y rápidamente se convirtieron en extraños. En realidad no se pelearon, pero a veces hablan mal el uno del otro y cuando se saludan les afecta esa sensación de incomodidad de estar frente a alguien qe, pareciéndote desconocido, sabes conoce mucho sobre ti. Oasis y yo nos alejamos allá por los años en qe editaron The Masterplan.
Animado por el entusiasmo de Hugo y por ver a Death In Vegas involucrados en la producción -aunqe a la mera hora mejor les dieron el graciasperomejoryano- me acerqé a Don't Believe The Truth. No sé si me dio mucho gusto o mucha decepción encontrarlos igualitos. Es otro disco de Oasis. Nunca han sido, ni han qerido ser, una banda de sorpresas, innovaciones o experimentación. Simplemente ofrecen buenas canciones bien interpretadas: atemporales, tan clásicas como actuales y sin pretenciones.
En esta ocasión Noel comparte la composición con el resto de la banda, aunqe no abandona su pose de yousoyelchidoaqí y canta cuatro de sus cinco temas. Liam estrenando un estilito punketo de voz en dos de los temas y Noel haciendo falsetes colplayescos en otro son las únicas sorpresas notables.
Cualqiera suena rockero y poderoso con guitarras distorsionadas, pero solo Oasis logra esa fuerza con guitarras acústicas, panderos y harmónicas. Pero no qiero decir qe es un disco folk o acústico: es evidentemente rock. La producción es cruda, sucia, violenta. Se permite la intromición de elementos electrónicos, pero siempre como ayudantes y nunca como protagonistas. Un disco qe logra ser lo único qe pretende: un buen álbum de rocanrol.
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